EL PECADO ORIGINAL

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No podemos olvidar aquel hecho bochornoso y lamentable, donde un alto oficial, al infringir una ley de tránsito, fue humillado y expuesto ante toda la opinión pública.

 

Por Redaccion
Ciudadania RD Media

Lo ocurrido a la arquitecta Leslie Rosado, la noche del sábado 3 del presente mes en Andrés Boca Chica, donde fue asesinada de varios disparos por el cabo de la Policía Nacional identificado como Janli Disla Batista, después de un confuso incidente donde supuestamente la arquitecta había envestido el motor donde el agente Disla transportaba su esposa y dos de sus hijos, es un hecho que debe ser condenado de manera contundente por toda la sociedad dominicana y las autoridades correspondientes aplicarle todo el peso de la ley al infractor.

Lo lamentable de todo esto es que, según nuestra perspectiva y visión, no será el último episodio donde un agente de la policía se vea involucrado en el uso de fuerza extrema y letal sobre un ciudadano indefenso.

Por qué decimos esto?

Sabemos que no existen hechos aislados por insignificantes que estos parezcan. La realidad es que en la administración pública así como en los cuerpos armados, el comportamiento de sus integrantes, por lo general, obedece a las instrucciones emanadas desde los mandos superiores, soportadas a través de manuales de funciones, reglamentos y leyes que rigen la administración pública y los cuerpos castrenses.

Si se permite el irrespeto de los agentes de menor rango hacia el de mayor rango o de un funcionario de menor nivel jerárquico hacia uno de mayor nivel, si incitamos la insubordinación de los mandos inferiores hacia sus superiores, entonces podemos decir que estamos en un caos donde no hay autoridad.

No podemos olvidar aquel hecho bochornoso y lamentable, donde un alto oficial, al infringir una ley de tránsito, fue humillado y expuesto ante toda la opinión pública.

No negamos que este oficial violó la ley, pero entendemos que dicho evento pudo haberse manejado de forma distinta, dentro de los parámetros que mandan los reglamentos de dicha institución.

Lo mismo aplica para lo ocurrido con un senador, donde este de manera altanera, sin medir consecuencias, ni entender que deben servir de ejemplo ante todos sus ciudadanos, fue también expuesto a la sociedad y hecho trizas en las redes sociales por intentar sacar de la cárcel por los canales no correspondientes.

Todo esto trajo consigo, como consecuencias, reacciones y comportamientos de los mandos menores que al final degeneró en hechos de dolor y luto para la familia dominicana, como es el asesinato del abogado Ray Castillo, en San José De Ocoa, por un disparo propinado por un agente de la uniformada durante otro confuso incidente; ni del incidente en el cual el teniente coronel piloto de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), Ramón Israel Rodríguez Cruz, ultimado a tiros por miembros de la Policía Nacional, por la cual los dos agentes fueron enviados a prisión preventiva.

Esperamos que en este nuevo incidente, caiga todo el peso de la Ley sobre el Cabo Disla, y que esto sirva de ejemplo para los cuerpos armados para seguir un comportamiento desplomado en defensa delos ciudadanos.

Hoy solo vemos el resultado de decisiones erradas y desacertadas, lo que se convierte en el origen de El Pecado Original, pues romper con la línea de mando, incita a la anomia social, y por tanto, a la anarquía, debido a que contribuye con el debilitamientos de nuestra instituciones, inseguridad ciudadana y por tanto de nuestra democracia.

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

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